Estética del mentón

Mentoplastia: La cirugía de mentoplastia, también conocida como aumento de mentón, es un procedimiento en el que se coloca un implante facial, seleccionado según los objetivos del paciente, en el mentón. Los candidatos a un implante de mentón suelen ser pacientes que padecen un mentón débil y pequeño o rasgos faciales asimétricos. Este procedimiento quirúrgico suele realizarse bajo anestesia general.

¿Cómo funciona el procedimiento?

Dependiendo del tipo de caso, el cirujano puede realizar las incisiones a través de la boca a lo largo del labio inferior o debajo del mentón. En este procedimiento, el cirujano coloca cuidadosamente el implante tras crear una zona para el implante en el hueso maxilar o entre el músculo maxilar y el hueso. El tamaño o la posición del implante pueden planificarse junto con el cirujano en función de las necesidades del paciente. Las incisiones se cierran con suturas absorbibles y no es necesario retirarlas externamente.

• Genioplastia deslizante: En la técnica de genioplastia deslizante, los futuros pacientes suelen tener un mentón ausente o retraído. Los pacientes recurren a la genioplastia, también conocida como genioplastia ósea, para mejorar su perfil. En la genioplastia deslizante, el cirujano recoloca parte del hueso maxilar y capta así la asimetría perdida. La intervención se realiza bajo anestesia general.

  El cirujano puede realizar las incisiones dentro de la boca, a lo largo de la línea inferior de la encía o debajo de la mandíbula, según la idoneidad del caso. Se corta cuidadosamente una sección horizontal de la mandíbula, parte del procedimiento que se denomina osteotomía.
  Mientras sigue unido a los tejidos circundantes, el hueso cortado se reposiciona hacia delante o hacia atrás, dependiendo del resultado deseado. Una vez que el hueso está en su nueva posición, el cirujano lo fija en su sitio con pequeñas placas y tornillos. Una vez finalizada la intervención, el cirujano cierra las cicatrices de la incisión con suturas absorbibles.

• Genioplastia de reducción: La genioplastia de reducción se suele planificar para reducir el tamaño de una mandíbula indeseablemente grande. Se trata de una intervención quirúrgica en la que el cirujano remodela el mentón demasiado prominente que altera el equilibrio facial. En esta técnica se suele utilizar anestesia general para mayor comodidad del paciente.

  Al comenzar el procedimiento, el cirujano realiza una incisión dentro de la boca o debajo del mentón. A través de la incisión, se corta una sección horizontal de la mandíbula y se reposiciona mientras se conecta a los tejidos. El punto en el que difiere de la genioplastia deslizante es la eliminación de parte del segmento óseo separado, ya que la genioplastia de reducción implica la reparación de una mandíbula indeseablemente grande. Tras dar a la mandíbula del paciente la proyección deseada, el cirujano atornilla el hueso en la nueva posición con placas. Las incisiones se cierran con suturas absorbibles.

• Genioplastia horizontal: Los solicitantes de una genioplastia horizontal suelen tener el mentón retraído, lo que afecta a sus proporciones faciales y a su perfil. Es posible que deseen aumentar la protrusión y prominencia del mentón para mejorar la estética.
  En este enfoque, se prefiere la anestesia general para mayor comodidad del paciente. El cirujano llega a la mandíbula a través de una incisión en la boca. Se realizan incisiones horizontales en el maxilar y se reposiciona la mandíbula. El cirujano fija la nueva posición del hueso con la ayuda de placas y tornillos. Las incisiones se cierran con suturas absorbibles.

• Genioplastia vertical: La genioplastia vertical se prefiere para corregir asimetrías en la altura vertical del mentón y ofrecer una mejor proyección. Esta técnica, también conocida como genioplastia de aumento o genioplastia vertical deslizante, puede ser recomendada por el cirujano, dependiendo de la idoneidad del caso, para mejorar el aspecto de un mentón corto o con falta de altura vertical. Se prefiere la anestesia general para mayor comodidad del paciente en la intervención.

  El cirujano crea una incisión a través de la boca para llegar al hueso maxilar y realiza cortes controlados verticalmente en el hueso maxilar a través de la incisión. El cirujano reposiciona el hueso hacia arriba o hacia abajo según las necesidades del caso y lleva la altura de la mandíbula al nivel deseado. El cirujano fija el hueso reposicionado con placas y tornillos. Las incisiones se cierran con suturas absorbibles.